BEFORE THE SUNSET
Tras posponer su fecha de boda dos veces por la pandemia, Antonella Ferrer-Cajigal Scavone y Guillermo Giménez Dami finalmente tuvieron la oportunidad de unirse en matrimonio. La pareja llevaba nueve años de noviazgo, una sólida relación que los condujo al altar para empezar una hermosa familia. En una escapada a Córdoba, Guillermo encontró la oportunidad perfecta para hacerle la gran propuesta a su novia. “Nos fuimos de viaje, a un pueblo que se llama La Cumbrecita. Paramos en una parte del camino, a mirar los paisajes y sacarnos fotos. Estábamos solos, fue un momento especial, al pie de las montañas. Ahí mismo me pidió que me case con él”, recuerda ella.
La cita fue en la iglesia Nuestra de la Asunción en San Bernardino. Ese día, Anto se despertó nerviosa, no podía creer que el sueño de ambos se estaba convirtiendo en realidad. Con toda emoción se preparó en Tatano Posada con sus hermanas, algunas amigas y su mamá. Su vestido fue muy especial: su amiga Rocío Achucarro, de Ocre Atelier, lo confeccionó con todo cariño. Partió rumbo al altar en un Porsche color champán conducido por su cuñado Camilo, muy ansiosa porque no quería llegar tarde a su cita más importante. Al bajar del auto le invadieron todas las emociones, pero al ver a su prometido en el altar con una gran sonrisa, consiguió relajarse y disfrutar de ese momento que tanto esperaron. Tras dar el sí, quiero, los novios y sus invitados disfrutaron del brindis en el Club Náutico San Bernardino, con una privilegiada vista a orillas del lago. Los recién casados aprovecharon el sunset para inmortalizar su gran día, bajo la lente de Nathalie Giesbrecht, y luego festejaron a pleno en compañía de sus seres queridos.