AMOR DEL BUENO
El 23 de diciembre de 2019, Matías Reidman citó a su novia Alana Gini Armele en Cobra Wake Park; creó una historia para llamar su atención y ella muy confusa cruzó la ciudad en hora pico para estar a tiempo. Al llegar vio la proyección de un hermoso video con mensajes de familiares y amigos, y quedó perpleja cuando de la nada apareció Matías, se arrodilló, sacó el anillo y le pidió matrimonio. Cuando ella dijo sí, fuegos artificiales iluminaron el cielo y se armó la fiesta. Llegaron el DJ y también sus seres queridos vestidos de blanco para celebrar así el compromiso de la pareja.
El gran día vino en octubre. Alana despertó temprano; su papá Romeo Gini pasó por ella para llevarla a 101 Beauty Studio. Fueron tomando café y cantando a todo volumen, con el mejor de los ánimos. En el local se preparó con su mamá, hermanas y mejores amigas; ya listas, se sacaron algunas fotos y partieron rumbo a la Vicaría Castrense.
En la iglesia el novio la esperaba con ansias. Ella llegó acompañada de sus hermanas; muy alegre bajó del vehículo, saludó a todos atentamente y se dirigió al encuentro de su prometido. Cuando se abrieron las puertas, solo pudo verlo a él. “Me llenaba el corazón de amor ver la emoción de Mati mirándome, en ese momento sentí que éramos él y yo, que no existía nadie alrededor”, recuerda Alana.
Cuando empezó la marcha nupcial y la novia emprendió sus firmes pasos hacia él, Matías sabía que estaba en el lugar correcto, que era la decisión más acertada de su vida, pero la emoción le superó y no pudo evitar algunas lágrimas. “Siempre nos dijeron que los cuentos de Disney son ficción, pero yo ese día estaba parado frente a una princesa”, asegura el novio. Alana y Matías salieron del templo como marido y mujer, y fueron a celebrar con los suyos en El Castillo de Remanso.