“Crecí en una casa de almas creativas”
Giuliana Meza Sorrentino es segura, conversadora y muy detallista. Vive inmersa en un mundo de delicadas formas, brillos dorados y plateados, composición de colores, cajas, flores, bonitas tipografías e infinitos detalles. Auténtica heredera de un talento sin igual, Giuli está al frente del emprendimiento Giulabella —una marca de papelería que diseña tarjetería personal— con su mamá, Adriana Sorrentino.
Su toque personal es mezclar tipografías clásicas y modernas; los papeles con texturas rugosas son sus favoritos. Ahora bien, si hablamos de elegir un color, cree que el gris es muy versátil, pero ama las cajas verdes pera y coral de Giulabella porque están llenas de vida. Giuliana Meza Sorrentino tiene solo 19 años, pero no hay duda del norte que trazó: con toda certeza sigue los pasos de su mamá en el mundo del diseño.
La joven creció en un hogar de almas creativas, como ella misma dice. Recuerda que la primera misión que tuvo en el estudio de Adri Sorrentino fue elegir la paleta de colores y papeles, y así entre hojas, cajas y arte manual supo que ese también era su lugar preferido. “Tener la posibilidad de crecer en un estudio de diseño y trabajar hoy en él es algo por lo que estoy muy agradecida. Todos los días aprendo cosas nuevas y nada mejor que tener a mi mayor ejemplo diseñando conmigo”, afirma Giuliana.
Sueño de madre e hija
Giulabella forma parte del estudio de Adriana Sorrentino; era un sueño compartido por madre e hija, y la pandemia fue la oportunidad perfecta para concentrarse en materializarlo. La marca ofrece cajas de tarjetería personal en diferentes tamaños, de acuerdo con las tarjetas. “Empezó como un sueño y ahora es algo que miramos con mucho amor y felicidad. Al comienzo Giulabella se lanzó al mercado con un poco de miedo, ya que no es un producto muy cotidiano, y resultó todo lo contrario. El miedo se convirtió en sorpresa, ¡pues fue generando curiosidad en nuestros clientes y empezaron los pedidos hasta no parar! Nos convertimos en novedad, fuimos creciendo y vamos a seguir”, cuenta con entusiasmo la joven.
Su producto estrella es la caja Giulabella Lux, especial para sorprender con un detalle único a cualquier persona. En cuanto a la última colección de la marca, llamada Collezione Botánica Giulabella, está inspirada en la belleza de las flores; y para plasmar su esencia eligieron el arte de Daiana Stanley, quien con cada trazo le brinda el toque perfecto.
Giuli se define como una persona auténtica y curiosa; es detallista, tiene la mirada artística y la empatía necesaria para captar la esencia de cada cliente, de cada pedido. “Lo que más disfruto de mi trabajo es expresarme, tener la libertad de diseñar y crear sin límites; de utilizar muchos colores, texturas y papeles, diseñando a mi estilo”, admite.
“Empezó como un sueño y ahora es algo que miramos con mucho amor y felicidad»
Cada mano es mágica y talentosa en el estudio. Empiezan con un boceto, asimilan la idea del cliente y la pasan a la computadora; seleccionan los colores y papeles, y por último hacen el proceso de producción del diseño.
Además de ese trabajo, Giuli se divierte creando contenido para las redes. “Junto a la fotógrafa de la ofi, Leonor de Blas, juntamos elementos, jugamos con los papeles, los colores y las texturas; nos divertimos creando contenido, todo fluye con buena música y muchos elementos de diseño”, relata. Confiesa que tiene varios planes a futuro para Giulabella y el estudio de Adriana Sorrentino: “Planeo lanzar otros productos, abarcar diferentes ámbitos y ofrecer nuevos servicios. Mi deseo es estar siempre ligada a las dos marcas y hacerlas reconocidas internacionalmente”, explica.
A Giuli le apasiona el trabajo que realiza, y no resulta una imposición continuar con el legado de su madre. Para ella es un completo honor seguir los pasos de la persona que más admira en el mundo. “Mi mamá me inspira muchas cosas. Por donde la mires, brilla con luz propia. Me asombran su pasión, su dedicación y las ganas que le pone a todo lo que hace; siempre le da su toque de amor a cada trabajo. Sin dudas soy fan número uno de Adri Sorrentino”, admite con cariño.