EN NOMBRE DEL AMOR
Daniel Ayala Gill frecuentaba a un amigo, que resultó una amistad muy especial pues a través de ella conocería a su futura esposa, Belén Moreno Bendlin. Cinco años de noviazgo fueron suficientes para que Belén y Dani tomaran la hermosa decisión de unir sus vidas para siempre. En 2019, cuando ella estaba estudiando fuera del país, juraron encontrarse en el altar. El camino no fue el más fácil, porque tuvieron que postergar la boda tres veces por la pandemia, pero el amor venció toda adversidad y aguardaron el tiempo necesario para cruzar las puertas de la iglesia.
Luego de tanta espera, el gran día llegó en agosto pasado en la parroquia Santísima Trinidad. La novia arribó puntual a su cita; fue recibida por su papá, José Moreno, y de su brazo caminó hasta el altar, en donde la aguardaba el emocionado novio. En una conmovedora ceremonia dijeron sí para siempre e intercambiaron alianzas, con la bendición de Dios y de sus padrinos: José Moreno Rodríguez y Teresa Bendlin de Moreno; Ángel Ayala Díaz y Emma Gill Nessi.
Horas antes, Belén se preparó en la casa de su mamá, junto con ella, su hermana y algunas amigas. Allí, Vero Vega la maquilló y Andrea Volpe se encargó de peinarla. Para ese día único, escogió un vestido sencillo y romántico creado por Tamara Maluff, de La Paix; llevó un tocado muy especial, pues pertenecía a la mamá del novio, y completó su look nupcial con un ramo de Floreale.
Cumplida la ley del Altísimo, el paso siguiente fue celebrar con los suyos. Casa Puente, lugar escogido para la recepción, contó con la ambientación de Leti y Lucía Finestra, a quienes Belén conoce desde pequeña, de modo que con gran cariño estas hermanas montaron una decoración minimalista, con mucho verde y colores neutros, que lució perfecta. De la coordinación se encargó Valentina Pangrazio para The Vow y cada importante momento fue capturado por los flashes de Julio Zárate.